Desde que Google puso sus ojos en el goloso sector del turismo los cambios no han parado. Empezando en 2011 por el portal Google Hotel Finder, un buscador de hoteles con el que integraba en una web la oferta hotelera de una zona, incluyendo elementos como Google Plus y Google Adwords, a la vez que ofrecía la posibilidad de reserva directa mediante un link a la web del alojamiento hasta lo que hoy conocemos como Google Hotels.
Antiguamente si querías aparecer en las búsquedas de los usuarios cuando se iban de vacaciones «Hoteles en Marbella», «apartamento barato en Cullera», «escapada a Cazorla»… se requería una inversión constante en SEO y se pujaba en Google Adwords por aparecer en las primeras posiciones. Aparte lógicamente se realizaban campañas, publicaciones y concursos en redes sociales, email marketing, retargeting…
Con la aparición de Google Hotels las reglas del juego cambiaron.
Tanto si buscas alojamientos en una localidad, como el propio hotel, Google Hotels ocupa gran parte de la pantalla del usuario (por no decir toda) mostrando resultados de hoteles y un mapa donde ver las ubicaciones.
A veces aparecen los anuncios de Adwords encima de estos resultados o abajo, dependiendo de las pruebas que realiza la empresa. Como vemos en el ejemplo, en este caso, primero tenemos los anuncios de pago, entre ellos la web del hotel por el que se ha buscado, pagando para aparecer en primera posición, después las empresas que están apareciendo en Google Hotels, los resultados de Google Hotels, y ya por fin, la web del alojamiento.
Las empresas del sector, estamos en constante evolución adaptándonos a los cambios que va presentando el buscador, y ahora le ha llegado el turno a las tasas e impuestos que se aplican en algunos alojamientos.
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