Ayer fui al Balneario de Panticosas ha hacer una ruta circular subiendo a los 3 picos de los Infiernos, 3 tresmiles con unas vistas de 360 grados increíbles.
Lo peor fue que el día anterior como eran los festivales en Ainsa, no había dormido mucho y el madrugón a las 6:00 y el cansancio acumulado se notó en una ruta de 17,55km y 1610 metros de desnivel.
A las 8:00 llegábamos al refugio de Panticosa y comenzábamos la subida subiendo por el refugio de Bachimaña y los Ibones Azules (donde saltando un río me moje todo el pie, ainss!!) a través del GR-11.
Antes de llegar al refugio y los 2 grandes embalses, el recorrido es un espectáculo de cascadas. Totalmente recomendable hacer la ruta aunque sea solo hasta la Cascada del Fraile.
De ahi llegamos al Collado de los Infiernos, viendo el Ibón y el pico de Tebarray, para comenzar el cresteo hasta la primera cima.
Nos habían asustado varias personas que se habían dado la vuelta porque lo habían visto mal, pero sin saber si era por neveros (llevábamos crampones) o por las condiciones de viento en la cresta, o el vértigo decidimos verlo con nuestros propios ojos.
Las crestas si tienes vértigo eran algo difíciles, pero sino, con cuidado no había peligro. Con lo cual medio escalando subimos al primer 3000 del día, el Pico del Infierno Occidental (3073m). Las vistas eran increíbles, con montones de ibones por todas partes. Te cortaba la respiración ver 360 grados de montañas: Midi, Anayet…
La marmolera, expuesta y ancha con buenos apoyos resultó también muy fácil de pasar. De hecho lo que más de toda la ruta, que era plana je je!
Atravesándola llegamos al Pico del Infierno Central (3082m) y tras descender un poco y atravesar un pequeño collado con alguna trepada verical, se llega al Pico del Infierno Oriental (3076m).
De ahi comenzó la peor parte de la ruta, destrepando para llegar al Collado de Saretas y el Pondiellos (por el que bajaremos), dejando los ibones de Pondiellos a la derecha.
No hay camino, casi ni ves las zetas, sino que bajas destrepando con ayuda de pies y manos. Una vez llegado al Collado, con algo de viento, ya se ve la vista de los Baños de Panticosa. Solo queda bajar de piedra en piedra hasta abajo. El descenso es largo y con mucha pendiente, en ocasiones marcado con hitos. Ya se empiezan a notar los kilómetros!!
Al bajar, nos remojamos un poco en el embalse de los baños, para asi descansar las piernas. ¡¡Al estar helada el agua la recuperación es inmediata!!
La ruta es preciosa y tiene de todo, una subida por cascadas de todo tipo, un montón de ibones, vistas increibles, cresteo, neveros, trepadas y un interminable descenso!! (se nota que es lo que menos me gusta, eh???)
Unas 9 horas de pura montaña.
Totalmente recomensable si estás en buena forma y no tienes vértigo. Si lo teneis, os recomiendo subir a Tebarray que tenía muy buena pinta.