Después de pasar una noche genial en el Refugio de la Renclusa, subimos a ver el ibón que está a unos 20 minutos.
Prefiero las alturas a los ibones, pero debo decir que este es precioso. Es raro, porque es un ibón pequeño y un río, pero como se reflejaban las montañas era mágico.
Después volvimos al refugio a por parte de grupo que no había querido subir y comenzamos la ruta hacia el Forat de Aiguallut, haciendo una mini subida hasta el Collado de la Renclusa.
El valle que hay detrás del Forau es súuuuper bonito, un mini Aguas Tuertas (el aragonés). Al forau aunque era pronto ya llegaban muchos turistas por lo que lo pasamos rápido camino hacia la Besurta por una ruta al lado del río (para evitar asi la principal).
Sin subir al refugio (y aun subiendo), es una excursión muy sencilla y recomendable para hacerla con niños o con gente que se está iniciando en la montaña.
¡Os recomiendo que os animéis!